Elon Musk impulsa la creación de robots que podrían transformar la vida cotidiana, abriendo vacantes para operadores de captura de datos que ayuden a entrenar a los futuros asistentes humanoides.

Elon Musk, reconocido líder de empresas tecnológicas como Tesla y SpaceX, está un paso más cerca de hacer realidad su visión de un futuro donde cada persona contará con un robot humanoide a su servicio. Este avance se ha materializado con la creación del robot Optimus, un proyecto que Tesla está desarrollando con gran ímpetu, y que requiere la intervención de nuevos profesionales para su perfeccionamiento.

Tesla ha lanzado una oferta laboral innovadora, buscando operadores de recogida de datos para ayudar en el entrenamiento de estos robots humanoides. Este rol, fundamental para el desarrollo de la tecnología, consiste en recopilar información clave que permita a los robots aprender a moverse y realizar tareas con la destreza de un ser humano. Los seleccionados para este puesto podrán ganar entre 30 y 50 dólares por hora, una remuneración atractiva para un trabajo que también plantea desafíos significativos.

El trabajo de los operadores de datos es complejo y exige un alto nivel de dedicación. Los candidatos deben llevar un traje de captura de movimientos y gafas de realidad virtual durante siete horas al día, imitando movimientos humanos básicos y tareas cotidianas que el robot Optimus debe aprender a replicar. Las actividades incluyen caminar, correr y levantar objetos pesados, hasta 15 kilogramos, con el traje especial registrando cada movimiento con precisión, mientras que las gafas de realidad virtual crean un entorno controlado para la simulación.

El objetivo es claro: lograr que el robot Optimus realice estas tareas de manera natural y eficiente, igual que un humano. Para cumplir esta meta, los robots deben repetir cada acción registrada hasta que puedan ejecutarla de manera autónoma y precisa.

La oferta de trabajo de Tesla también incluye requisitos específicos para los candidatos. Los aspirantes deben medir entre 1,70 y 1,80 metros de altura, debido a las tallas limitadas del traje de captura de movimientos. Además, deben ser capaces de permanecer de pie o caminar durante la mayor parte de su jornada laboral y tolerar el uso prolongado de las gafas de realidad virtual, lo que indica que el puesto no es apto para cualquiera.

El entrenamiento se organiza en turnos de 24 horas, con horarios que van de 8:00 AM a 4:30 PM, de 4:00 PM a 12:30 AM, y de 12:00 AM a 8:30 AM. Este enfoque asegura que los robots estén en constante aprendizaje, perfeccionando sus habilidades a medida que interactúan con los operadores.

A pesar del entusiasmo que este proyecto genera, también ha despertado algunas preocupaciones. En las redes sociales, algunas personas han expresado sus inquietudes sobre el papel que estos robots podrían jugar en el futuro, planteando escenarios distópicos donde los humanos podrían verse "esclavizados" por las máquinas que ellos mismos entrenaron. Estas reflexiones revelan un temor subyacente sobre el impacto de la automatización en el empleo y la vida diaria.

Elon Musk, sin embargo, se muestra optimista sobre el futuro de la robótica. Su visión contempla un mundo donde los robots humanoides no solo realizan tareas tediosas o peligrosas, sino que también asisten a las personas en su vida diaria, mejorando su calidad de vida y permitiéndoles enfocarse en actividades más creativas y gratificantes. La proyección de millones de robots Optimus distribuidos por todo el mundo es una muestra del impacto transformador que esta tecnología podría tener.