Según un estudio reciente publicado en The Lancet Global Health, una gran parte de la población mundial enfrenta deficiencias de nutrientes esenciales como el yodo, la vitamina E, el calcio, el hierro y la vitamina B2.

Los expertos señalan que estas deficiencias no son necesariamente clínicas, pero sí afectan el bienestar general y el funcionamiento del cuerpo a largo plazo.

Factores que contribuyen a la desnutrición Las causas de estas carencias son diversas y van más allá de la disponibilidad económica. Los expertos mencionan el concepto de "desierto alimentario", que hace referencia a áreas donde la población no tiene acceso a alimentos frescos, como frutas y verduras.

También destaca la desinformación sobre las dietas adecuadas y la influencia de modas alimentarias, como el rechazo a los lácteos, que pueden contribuir a deficiencias de calcio y yodo.

Desigualdad en la deficiencia nutricional según género

El estudio también revela diferencias en las deficiencias nutricionales entre hombres y mujeres.

Las mujeres suelen presentar carencias de yodo, vitamina B12, hierro y selenio, mientras que los hombres experimentan más deficiencias de magnesio, vitamina B6, zinc y vitaminas como la A y C.

Estas carencias están relacionadas con las elecciones dietéticas, como la menor ingesta de alimentos de origen animal entre las mujeres y la falta de alimentos de origen vegetal entre los hombres.

Obesidad y deficiencias: el caso de los países desarrollados Un fenómeno sorprendente es que, incluso en países desarrollados, donde la obesidad es un problema creciente, las deficiencias nutricionales también son comunes. }

La inseguridad alimentaria, es decir, la falta de acceso a alimentos saludables por problemas económicos, está aumentando incluso en el mundo occidental, y las dietas ricas en ultraprocesados agravan la situación. _ La situación en España: hierro y vitamina D en déficit_ En España, el Estudio Anibes de la Fundación Española de la Nutrición ha identificado carencias de hierro y vitamina D.

El estudio destaca que, aunque la ingesta de proteínas y lípidos es mayor de lo recomendado, el consumo de fibra y ácidos grasos saludables está por debajo de los niveles óptimos.

Además, la dieta española se aleja cada vez más del patrón tradicional mediterráneo, especialmente entre los jóvenes.

El impacto de los alimentos ultraprocesados Los alimentos ultraprocesados, que constituyen casi un tercio de la dieta de muchos españoles, contribuyen a la deficiencia de micronutrientes esenciales.

Además, los suelos de cultivo, cuando están sobreexplotados y tratados con fertilizantes químicos, reducen el valor nutricional de los alimentos, especialmente en minerales como el magnesio.

La falta de educación nutricional y los desafíos sociales La falta de información y la constante evolución de las recomendaciones nutricionales contribuyen a la desinformación sobre la dieta ideal.

Los expertos sugieren que se debe incorporar a los nutricionistas en el sistema de salud pública y proporcionar educación precisa sobre las proporciones adecuadas de alimentos.

A medida que la dieta de las personas se aleja de los alimentos frescos y saludables hacia los ultraprocesados, la salud de la población se ve comprometida, aumentando el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.