La Cámara Nacional de Distribuidores de Gas Licuado de Petróleo (GLP) alertó este jueves sobre el riesgo de un posible desabastecimiento de GLP en los próximos meses, debido a la crisis económica que afecta al sector. Las empresas distribuidoras enfrentan un aumento significativo en los costos operativos, mientras que las comisiones que perciben por cada garrafa de gas, actualmente de 14 centavos, son consideradas insuficientes para cubrir dichos costos.

Fernando Segovia, presidente de la Cámara, expresó que, desde hace ocho años, las empresas solicitan un ajuste de Bs 1 en la comisión por garrafa, pero no han recibido respuesta por parte del Gobierno. “Hace ocho años ya pedimos Bs 1 al incremento de la comisión, no se dio. Necesitamos que el Gobierno nos entienda y vea que se requiere un ajuste. No queremos tomar acciones radicales, pero la cosa es clara, o mejora, o se va a dejar de operar”, advirtió Segovia.

El sector, compuesto por aproximadamente 150 empresas que transportan y distribuyen GLP a nivel nacional, destaca la importancia del gas licuado para los hogares bolivianos, dado que este combustible es esencial para la cocina de la mayoría de las familias. Según el vicepresidente de la Cámara, Néstor Zamora, el 75% de los hogares bolivianos dependen del GLP para cocinar, lo que hace urgente encontrar soluciones para evitar el desabastecimiento.

“Si no se toman decisiones, el desabastecimiento del carburante que puede venir en los siguientes meses no será responsabilidad de la empresa privada, sino de las autoridades que no hicieron caso de las solicitudes y hasta el día de hoy no ofrecen soluciones”, destacó Zamora.

La Cámara de Distribuidores de GLP instó a las autoridades a tomar medidas inmediatas y propuso la instalación de mesas técnicas con el Ministerio de Hidrocarburos, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Estas mesas serían una instancia de diálogo para definir medidas que permitan garantizar el suministro de GLP y evitar una posible escasez que podría afectar a miles de hogares.

Los distribuidores también expresaron su preocupación por la falta de respuestas concretas del Gobierno y aseguraron que, de no modificarse las condiciones actuales, la operación de las empresas podría verse comprometida. La posibilidad de un desabastecimiento afecta no solo a las empresas distribuidoras, sino que tendría un impacto directo en la vida cotidiana de las familias bolivianas que dependen del GLP para sus actividades domésticas.

Con el fin de evitar esta crisis, los distribuidores insisten en la necesidad urgente de un ajuste en las comisiones y de un trabajo conjunto con las autoridades para asegurar la continuidad en el suministro de gas licuado.