Este miércoles 30 de octubre, una aeronave con matrícula boliviana (CP-3350) fue interceptada y hallada en Argentina cerca de Rosario con casi media tonelada de cocaína a bordo, en lo que las autoridades han descrito como uno de los operativos de interceptación aérea más importantes en la historia de Argentina.

Sin embargo la Sección de Investigaciones Antidroga de la Gendarmería Nacional rastreó la avioneta, identificada por radares al ingresar al espacio aéreo del norte de Santa Fe, y la interceptó con el apoyo de cazas militares hasta que aterrizó en una zona rural. Sin embargo, al llegar al lugar, las autoridades encontraron el cargamento, pero los ocupantes ya habían abandonado la aeronave.

La alerta sobre el vuelo irregular surgió desde una unidad de Gendarmería que recibió información sobre el tráfico aéreo no autorizado en la región. Los agentes de esta unidad identificaron la aeronave en el radar, lo que permitió seguir su trayectoria hacia el sur, donde finalmente aterrizó en una zona despoblada. A bordo de la avioneta se encontraron varios bultos con aproximadamente 480 kilos de cocaína, cuyo origen se sospecha es Bolivia, posiblemente de la región amazónica, conocida por ser un punto de partida de este tipo de operaciones.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, fue quien confirmó la cantidad de droga decomisada, y las investigaciones preliminares apuntan a que el cargamento pertenecía a una estructura narco con sede en Rosario. Las autoridades judiciales manejan la hipótesis de que esta organización ha estado operando en la zona por varios años y que algunos de sus líderes están prófugos desde el operativo “Cosecha Blanca” en 2023, lo que podría indicar una red de tráfico de cocaína entre Bolivia y Argentina a través de medios aéreos.

Según fuentes policiales, al aterrizar la avioneta y ser asegurado el lugar por agentes de seguridad, no se encontraron rastros de los tripulantes, quienes habrían huido inmediatamente tras el aterrizaje. Las autoridades consideran la posibilidad de que los narcotraficantes hayan tenido asistencia en tierra, lo que facilitó la fuga antes de que las fuerzas de seguridad lograran su llegada al lugar. El cuerpo antidroga de la Gendarmería en Argentina sigue buscando pistas sobre los ocupantes, quienes, según indicios, serían miembros activos de la banda de Rosario implicada en otros operativos de narcotráfico aéreo.

El portavoz del gobierno argentino, Manuel Adorni, destacó la magnitud del operativo calificándolo como “el más importante de la historia argentina en interceptación aérea de droga.” Además, los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Defensa, Luis Petri, resaltaron la cooperación entre la Gendarmería y las Fuerzas Armadas en este tipo de intervenciones contra el narcotráfico.

Las autoridades argentinas han intensificado los controles de vuelos no autorizados, especialmente en las zonas fronterizas y regiones utilizadas por organizaciones de tráfico de drogas para ingresar cargamentos al país. La intervención en esta ocasión, realizada por medio de radares y tecnología de seguimiento aéreo, forma parte de un esfuerzo más amplio para desmantelar redes de narcotráfico que operan entre Bolivia y Argentina, y que, en esta ocasión, han tenido conexiones directas con la ciudad de Rosario.

El hallazgo de la avioneta boliviana en una zona rural en Argentina plantea nuevas interrogantes para las autoridades locales, quienes continuarán investigando posibles vínculos entre organizaciones delictivas de ambos países. La identificación de la aeronave como de matrícula boliviana ha llevado a los investigadores a considerar la posibilidad de que este cargamento formara parte de una red transnacional de tráfico, con conexiones de suministro en Bolivia y distribución en Argentina.

Las autoridades de ambos países están en comunicación para determinar el alcance de esta red de narcotráfico y esclarecer el papel de la avioneta boliviana en operaciones similares.