Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, una jornada dedicada a aumentar la conciencia sobre un grave problema de salud pública.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 703,000 personas se quitan la vida anualmente en todo el mundo.

En México, el número de suicidios ha aumentado considerablemente, pasando de una tasa de 5.3 por cada 100,000 habitantes en 2017 a 6.3 en 2022.

La fecha busca sensibilizar a la población sobre la importancia de hablar abiertamente sobre el suicidio y ofrecer apoyo a quienes lo necesitan.

El día fue establecido en 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y cuenta con el respaldo de la OMS.

El lema para el período 2024-2026, "Cambiar la narrativa", se enfoca en eliminar el estigma, aumentar la conciencia y fomentar una cultura de comprensión y apoyo.

La IASP, compuesta por expertos internacionales en la materia, trabaja para que cada persona, comunidad y gobierno juegue un rol activo en la prevención del suicidio.

Existen muchos mitos que dificultan la prevención del suicidio, como la creencia de que hablar sobre el tema puede incitar a alguien a cometerlo, cuando en realidad hablar abiertamente puede reducir el riesgo.

También se piensa erróneamente que el suicidio es hereditario o que quienes intentan suicidarse solo buscan atención.

Desmentir estos mitos y aprender a reconocer las señales de advertencia son pasos cruciales para ofrecer apoyo efectivo y salvar vidas.