La NASA rastrea incendios forestales en Bolivia y monitorea su impacto
Los devastadores incendios forestales que azotaron vastas áreas de Bolivia a lo largo de septiembre y octubre de 2023 no pasaron desapercibidos para la NASA, que utilizó sus satélites para detectar y monitorear la magnitud de esta emergencia medioambiental.
En su publicación titulada "Un octubre ardiente en Bolivia," el Earth Observatory de la NASA detalla cómo sus satélites identificaron una proliferación de incendios en el territorio boliviano y llevaron a cabo un seguimiento de su impacto.
El 22 de octubre, el Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) a bordo del satélite Suomi NPP de la NASA capturó una imagen impresionante de humo emergiendo de los incendios que asolaban los departamentos de Beni, Santa Cruz, La Paz y Cochabamba en Bolivia. Una inspección detallada de la imagen reveló la presencia de incendios intensos a lo largo del río Ichilo, al este de Puerto Villarroel.
El informe explica que estos incendios son una ocurrencia anual en la región, generalmente provocados por la actividad humana. Una de las causas más comunes es el "chaqueo," una práctica de tala y quema destinada a despejar pastizales y preparar la tierra para la siembra. Sin embargo, el calor excepcional y la sequía prolongada que ha afectado a Bolivia en los últimos meses y años han aumentado la intensidad de estos incendios.
El SERVIR Amazon Fire Dashboard, un proyecto conjunto de la NASA y la USAID, registró un total de 7,761 incendios activos en Bolivia el 22 de octubre de 2023. Casi la mitad de estos incendios fueron clasificados como incendios de pastizales. Otros se catalogaron como incendios agrícolas y de desmonte de tierras en pequeña escala, que se distribuyeron de manera más uniforme en todo el país.
Los incendios restantes detectados ese día por el VIIRS se categorizaron como incendios de deforestación o incendios de sotobosque. Aunque son menos numerosos, estos tipos de incendios son de gran importancia, ya que causan daños a largo plazo en los bosques. Mientras que los pastizales pueden recuperarse en el año siguiente a un incendio, los bosques tropicales quemados suelen requerir décadas o más para regenerarse. La deforestación continúa en aumento.
Según Global Forest Watch del Instituto de Recursos Mundiales, Bolivia sufrió una pérdida récord de bosques primarios en 2022, con un aumento del 32 por ciento en comparación con los niveles de 2021. Por tercer año consecutivo, Bolivia ocupó el tercer lugar en pérdida de bosques primarios, detrás solo de Brasil y la República Democrática del Congo.
De acuerdo con datos proporcionados por el Gobierno boliviano, más de 2.7 millones de hectáreas habían sido consumidas por el fuego en lo que va del año 2023, de las cuales más de 800,000 corresponden a bosques. A pesar de las lluvias que ayudaron a sofocar muchos incendios a finales de octubre, la mayoría de los incendios más grandes continúan activos en la actualidad. La lucha por controlar esta crisis ambiental sigue siendo una prioridad en Bolivia.
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