El Vínculo inquietante entre la dieta y la salud cerebral: La amenaza de los ultraprocesados
La evidencia científica continúa revelando un sombrío panorama para la salud cerebral de los adultos, especialmente aquellos que se entregan a una dieta rica en productos industriales cargados de sodio, azúcares, grasas y conservantes. La conocida expresión "eres lo que comes" cobra un significado más profundo al considerar la relación directa entre los hábitos alimenticios diarios y la salud cognitiva.
La Academia Americana de Neurología (AAN), una autoridad compuesta por más de 40 mil neurólogos y neurocientíficos, destaca que ciertos alimentos como frutas, vegetales, legumbres y té pueden proteger las funciones cognitivas, mientras que opciones dietéticas como los alimentos ultraprocesados pueden incrementar el riesgo de demencia.
La demencia, un conjunto de síntomas que afectan significativamente la salud cerebral y el deterioro cognitivo, es una preocupación creciente a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas viven con demencia en la actualidad.
La enfermedad de Alzheimer, constituyendo hasta el 70% de los casos de demencia, es la forma más común y prevalente. Si bien algunos síntomas de deterioro cognitivo pueden ser mitigados o revertidos en ciertos escenarios, el enfoque para enfermedades degenerativas como el Alzheimer suele ser paliativo y de apoyo, centrado en mejorar la calidad de vida y respaldar a cuidadores y familiares.
Los alimentos ultraprocesados, definidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como productos hechos a base de ingredientes industriales sin contenido natural, están en el centro de la preocupación. Estos incluyen papas fritas, bebidas gaseosas, galletas y otros snacks con bajo o nulo valor nutricional.
Estudios recientes indican que una dieta inflamatoria derivada de alimentos ultraprocesados daña las células del cuerpo, contribuyendo al envejecimiento del cerebro y aumentando el riesgo de demencia. Investigaciones con más de 72 mil participantes señalan que el consumo de alimentos ultraprocesados está vinculado a dos formas de demencia: la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular.
En un estudio realizado en Brasil en 2022, más de 10 mil individuos de 35 a 74 años revelaron que el consumo de alimentos ultraprocesados está asociado al deterioro cognitivo, afectando no solo a adultos mayores sino también a personas de mediana edad. Además de provocar demencia, los alimentos ultraprocesados también impactan negativamente la salud mental, aumentando la ansiedad y la depresión.
Ante el aumento global en la prevalencia de casos de demencia, la conexión entre la dieta y la salud cerebral destaca como una llamada de atención urgente. La necesidad de promover hábitos alimenticios saludables se vuelve imperativa en la lucha contra la amenaza silenciosa de los ultraprocesados.
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