Una Poderosa Herramienta para la Concentración y la Salud Mental a lo Largo de la Vida

El ábaco, una antigua herramienta de cálculo cuyo origen se remonta al imperio babilónico hace más de mil años, está experimentando un renacimiento en el ámbito de la educación y la salud mental. No solo es un dispositivo que promueve la concentración y agudiza la memoria en niños, sino que también se ha convertido en una valiosa herramienta en tratamientos de rehabilitación y cuidado de la salud mental en personas de diferentes edades.

Tradicionalmente utilizado en la educación primaria para mejorar las habilidades en cálculos mentales, el ábaco ha trascendido su función original y se ha consolidado como un aliado en el desarrollo cognitivo. El doctor Alejandro Andersson, miembro de la Sociedad Neurológica Argentina, destaca que el contacto continuo con el ábaco puede ofrecer un refuerzo efectivo en tratamientos contra el deterioro cognitivo.

La licenciada en Psicopedagogía, Sofía Lalor, jefa de neuropsicología infantojuvenil del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), subraya que el ábaco implica un proceso de abstracción, simbolización y razonamiento, estimulando la atención y la memoria de trabajo. Este aprendizaje activo se convierte en un entrenamiento cognitivo que mejora el procesamiento de la información, el cálculo mental y la agilidad intelectual.

Los beneficios del ábaco se extienden a lo largo de la vida. Andersson explica que esta herramienta estimula el lóbulo parietal izquierdo, encargado de procesar información a través del tacto, el oído y la vista. El ábaco, al visualizar y sentir las esferas, promueve altos niveles de concentración en el pensamiento abstracto, como las operaciones matemáticas de nivel básico.

Un artículo publicado en la revista Dement Neuropsychol destaca el impacto positivo del cálculo mental basado en ábaco (AMC) en la estimulación cognitiva. Este método no solo mejora el funcionamiento mental en diversas edades, sino que también ofrece beneficios en la capacidad de realizar cálculos matemáticos, incluso en adultos mayores con deterioro cognitivo.

Los estudios sugieren que el ábaco puede fortalecer las funciones cognitivas de atención y memoria a lo largo de la vida adulta, con repercusiones positivas a largo plazo. Lalor comenta que el desarrollo en la memoria de trabajo, ejercitada con el ábaco, puede extenderse a otros dominios, reportando mejoras en la velocidad de procesamiento, la inhibición y el razonamiento.

La edad ideal para el uso del ábaco se sitúa en torno a los cuatro años, facilitando el aprendizaje en edades tempranas. Incluso entre los estudiantes de primaria que han tenido entrenamiento con el ábaco, se observa un mayor nivel de habilidades no cognitivas, como perseverancia y autocontrol.

El ábaco no solo destaca en el ámbito educativo, sino que también se ha convertido en una herramienta valiosa para el tratamiento del deterioro cognitivo en personas mayores. Estudios indican que su uso, incluso en terapias grupales, puede aumentar la satisfacción con la vida y mejorar la evaluación cognitiva.

A pesar de sus beneficios, se plantea el obstáculo de la adaptación de los adultos mayores a dispositivos tecnológicos similares. Andersson sugiere interactuar con el ábaco en diferentes etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez, aprovechando sus propiedades lúdicas y terapéuticas.

En conclusión, el ábaco emerge como una herramienta versátil que va más allá de la educación primaria, mostrando impactos positivos en la salud mental y el bienestar a lo largo de toda la vida. Su reintroducción en programas educativos y terapias cognitivas podría contribuir significativamente al desarrollo y el cuidado de las capacidades mentales en diversas etapas de la vida.