La familia exige información mientras se intensifican los reclamos internacionales por derechos de asilo en Caracas.

Las autoridades venezolanas lo acusan de realizar tareas de espionaje, algo que el gobierno argentino, liderado por Javier Milei, calificó como "una locura".

La familia del gendarme, originario de Catamarca, manifestó su preocupación ante la falta de información sobre su paradero. Kevin Gallo, hermano del detenido, relató que Agustín había viajado en julio a Colombia por negocios y planeaba pasar las vacaciones en Venezuela antes de regresar a Argentina en febrero. “Es mucha la preocupación. No sabemos dónde está ni nos dan noticias”, afirmó.

El caso se produce en medio de una ruptura diplomática entre Venezuela y Argentina. Desde agosto, la Embajada de Argentina en Caracas está bajo protección de Brasil tras la expulsión de diplomáticos argentinos. Además, seis opositores al régimen de Nicolás Maduro permanecen asilados en esa sede, agravando la tensión bilateral.

La situación llevó a 14 países, incluidos Argentina, Estados Unidos y Chile, a presentar una declaración conjunta ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), exigiendo que Venezuela otorgue salvoconductos a los seis asilados. El texto reafirma el compromiso con el derecho de asilo diplomático y solicita la salida segura de estas personas hacia un territorio seguro, conforme a la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954.

La detención del gendarme argentino y la crisis por los salvoconductos reflejan el delicado estado de las relaciones entre ambas naciones, mientras organizaciones internacionales demandan respuestas y acciones concretas.