La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional, esta vez debido a la aparición de una nueva variante del virus de la viruela símica, conocido como Mpox. Este brote ha generado preocupación mundial tras confirmarse el primer caso de la nueva variante, denominada clado Ib, fuera de África, específicamente en Suecia.

El virus Mpox fue identificado por primera vez en humanos en 1970, en la República Democrática del Congo (RDC), y ha sido considerado endémico en países de África central y occidental. Sin embargo, en 2022, un brote multinacional impulsado principalmente por el contacto sexual entre personas llevó a la OMS a tomar medidas drásticas para contener la propagación.

Ayer, la agencia sanitaria decidió nuevamente declarar la emergencia global después de que el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional evaluara los riesgos asociados a esta nueva variante. La OMS advirtió que el clado Ib es más transmisible y mortal que las versiones anteriores del virus, y su propagación rápida en el este de la RDC y en países vecinos ha encendido las alarmas.

En 2024, el Mpox ha causado la muerte de 548 personas en la RDC, según los informes de las autoridades sanitarias. La confirmación del primer caso de la nueva variante en Suecia marca un preocupante punto de inflexión. La Agencia de Salud Pública de Suecia informó que el caso corresponde a una persona que buscó atención médica en Estocolmo, convirtiéndose en el primer diagnóstico de esta variante fuera del continente africano.

El director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó su preocupación sobre la situación: “La aparición de un nuevo clado de Mpox, su rápida propagación en la República Democrática del Congo y la notificación de casos en varios países vecinos son muy preocupantes. Además de los brotes de otros clados en la RDC y otros países de África, está claro que se necesita una respuesta internacional coordinada para detener estos brotes y salvar vidas”.

Los expertos subrayan la importancia de la vigilancia global y la cooperación entre países para contener la expansión de esta nueva variante, que podría representar un riesgo significativo, incluso para América.