Familias agricultoras de la comunidad Carreras, en Río Abajo, enfrentan serias dificultades para trabajar sus tierras debido a la escasez de diésel, esencial para el funcionamiento de maquinaria agrícola. La situación obliga a los comunarios a recurrir a métodos manuales para cosechar, lo que incrementa el esfuerzo físico y reduce la productividad.

“Ya no hay diésel y necesitamos combustible. Con nuestras manos hemos tenido que cosechar y es más cansador. El tractor no tiene diésel”, relató una agricultora de la tercera edad, visiblemente preocupada por el impacto en sus cultivos de hortalizas.

Otra productora mencionó que la falta de combustible también impide trasladar sus verduras a los mercados de la ciudad, generando pérdidas económicas significativas. “Sin diésel no puede trabajar el tractor. Nos hemos quedado con verduras y no hemos podido llevar a la ciudad. Hemos pensado subir con burros, pero esa es la situación”, explicó.

alternativas ante la crisis Algunos agricultores intentan sobrellevar la situación recurriendo al uso de ganado para las tareas de cosecha, aunque reconocen que es una solución limitada. Un comunario señaló que tuvo que hacer largas filas en los surtidores para obtener combustible, aunque en muchos casos no logró abastecerse.

“Ahora, a falta de diésel, tenemos que hacer trabajar al ganado y es más esfuerzo. No se puede así”, lamentó un agricultor, quien pidió a las autoridades atender de forma urgente esta problemática.

impacto en la producción La crisis no solo afecta la capacidad de trabajar las tierras, sino también la distribución de alimentos hacia los mercados urbanos, lo que podría derivar en un incremento de precios en productos esenciales.

Los comunarios solicitan una pronta solución que permita garantizar el acceso al diésel y evitar mayores afectaciones en su producción agrícola y economía familiar.