El Cruzeiro de Brasil venció 2-0 en su visita al Libertad de Paraguay la noche del jueves, en el estadio Defensores del Chaco de Asunción, y quedó a un paso de avanzar a semifinales de la Copa Sudamericana.

La velocidad de estos dos delanteros fue la clave en los goles de la visita ante un equipo local parsimonioso, al que le costó llegar con chances al area rival en este choque de ida de cuartos de final.

Los de Belo Horizonte estuvieron cerca de anotar más goles, pero sus delanteros desperdiciaron al menos cinco ocasiones claras de conquista.

La primera insinuación se presentó a los 7 cuando el defensa Néstor Gimenez tapó milagrosamente un remate franco, potente, directo al arco del atacante Gabriel Verón.

También Díaz comenzó a causar estragos en la defensa del «Gumarelo», dirigidos por el argentino Daniel Garnero, que se aproximaoron por primera vez al arco defendido por Cassio pasada la media hora de partido.

A los 19, el delantero Kaio Jorge no perdonó. El árbitro uruguayo Gustavo Tejera cobró posición adelantada pero el VAR le corrigió. En un fino ajuste, se observó que había quedado habilitado por el defensa Iván Ramírez.

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Lujosa definición de Díaz A los 40, el defensa paraguayo Gimenez salvó en forma dramática la caída de su valla al desviar la trayectoria del balón al córner casi en la línea y con el guardameta vencido.

Minutos más tarde, en un descuido, cuando el árbitro se aprestaba a dar el pitazo para el descanso, Lautaro Díaz inició una corrida electrizante por la izquierda, impulsado por un pase de Matheus Pereira. El portero Silva vaciló y no alcanzó a contener al delantero quien, con clase, levantó el balón por encima para conseguir una exquisita anotación, la segunda para su equipo.

En el segundo tiempo, el veterano delantero Roque Santa Cruz trató de darle más movilidad al pesado conjunto de Garnero, quien pagó con la derrota la formación inicial en la que excluyó a los experimentados de su cuadro, y llegaron algunas oportunidades para los locales.

Enfrente, el «Zorro» de Belo Horizonte se dedicó a imprimir una velocidad crucero en la última parte del encuentro, visiblemente conforme con la importante diferencia que se llevó de la capital paraguaya con miras a la revancha.

Una mejor organización defensiva bloqueó todas las intentonas de penetración de los locales.

Los liberteños se desplegaron por todo el campo, pero se mostraron incapaces de tomar fuerza frente al arco de Cassio en una noche para el olvido de los guaraníes.