La organización Transparencia Electoral ha denunciado que falsos observadores internacionales han sido utilizados para legitimar un presunto fraude en las recientes elecciones en Venezuela.

Según el informe de la organización, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela habría cometido un "fraude masivo" al anunciar resultados electorales falsos que favorecen al actual presidente Nicolás Maduro, pese a que, según las actas de escrutinio, el verdadero ganador sería el opositor Edmundo González.

Transparencia Electoral detalló que el CNE, en coordinación con la Cancillería venezolana, invitó a centenares de militantes de partidos afines al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como "observadores", "veedores" o "acompañantes" internacionales, sin que estos tuvieran la preparación necesaria para ejercer dichas funciones.

Estos militantes habrían asistido previamente a un evento organizado por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), lo que, según la organización, evidencia una manipulación para generar una percepción de normalidad en el proceso electoral, a pesar de las graves irregularidades reportadas.

La organización también citó a la European Platform for Democratic Elections, la cual calificó esta práctica como una forma de "actividad política diseñada para promover los intereses de políticos mediante la imitación de un monitoreo electoral creíble".

Este tipo de acciones, según el informe, buscan encubrir fraudes, legitimar procesos cuestionados y debilitar la confianza en las elecciones libres y justas.

Transparencia Electoral denunció además que la actuación de estos falsos observadores contribuye a la prolongación del conflicto en Venezuela, que ya ha resultado en al menos 24 asesinatos, más de 1.000 detenidos y numerosos casos de desapariciones forzadas, impidiendo una posible transición hacia la democracia.

En respuesta a estos hechos, la organización ha instado a los países democráticos a no reconocer a los falsos observadores y a implementar filtros de selección más estrictos para garantizar la credibilidad de la observación electoral internacional.