El argentino brilló en su regreso con su equipo en el fútbol estadounidense, luego de sufrir lesión en la Copa América.

Lionel Messi ofreció destellos de su talento en su regreso al campo tras una larga recuperación. El astro argentino jugó la última media hora del empate 2-2 entre el Inter Miami y Atlanta United en Georgia, durante la fecha 32 de la MLS. A pesar de comenzar el partido en el banquillo, Messi dejó claro que su magia sigue intacta.

El capitán del Inter Miami, que se había perdido más de dos meses debido a una lesión en el tobillo derecho, entró al campo en el minuto 60, reemplazando a Julian Gressel. Su entrada coincidió con un momento crucial del encuentro, donde el partido se caracterizó por su ritmo vertiginoso y sin mediocampo. Messi se mostró inquieto y participativo desde el primer instante, ofreciendo varios momentos destacados.

Entre sus intervenciones, Messi deslumbró con una jugada en la que reunió a seis rivales en el borde del área, mostrando su habilidad para el regate. Aunque su pase terminó rebotando en un adversario y saliendo al córner, su destreza no pasó desapercibida. También tuvo una oportunidad clara de gol cuando recibió un pase en el área, pero su remate fue rechazado por el arquero Brad Guzan, y el rebote fue desviado por Luis Suárez en la línea.

A pesar de la tensión del partido, Messi no dejó de mostrar su lado creativo. Realizó un elegante pase de taco entre dos rivales y, poco después, se embarcó en una impresionante gambeta que lo llevó a superar a tres adversarios antes de ser detenido por el cuarto defensor.

El encuentro finalizó con una pizca de frustración para Messi y el Inter Miami, ya que la victoria se les escapó en los últimos minutos. A pesar de la decepción, el equipo sigue liderando la Conferencia Este con 63 puntos, ocho más que Cincinnati, el segundo en la tabla.

El próximo desafío para Messi y sus compañeros será el partido contra el New York FC el sábado, donde buscarán retomar la senda del triunfo.