La icónica cantante Madonna ha desatado una ola de indignación en Italia tras la noticia de que celebrará su cumpleaños número 66 en el Teatro Grande de Pompeya, un sitio histórico de gran relevancia cultural. El evento, programado para el 16 de agosto, ha generado controversia no solo por el uso de este antiguo anfiteatro, sino también por la cantidad que la artista pagará por su alquiler: apenas 30,000 euros, una cifra que muchos italianos consideran irrisoria para un lugar de tal importancia.

El Teatro Grande, que data de más de 2,200 años y ha sido cuidadosamente restaurado, es uno de los sitios más emblemáticos de Pompeya, ciudad sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Utilizado habitualmente para funciones dramáticas y conciertos, el teatro se encuentra ahora en el centro de una polémica que ha generado un debate sobre el respeto y la preservación del patrimonio histórico.

Aunque los detalles oficiales del evento no han sido confirmados por el teatro, el diario italiano La Repubblica citó al alcalde de Pompeya, quien aseguró que están "listos para recibir a la cantante". Se espera que unas 500 celebridades, entre ellas figuras como Katy Perry y Orlando Bloom, asistan a la fiesta. Incluso se rumorea que el Ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, podría estar entre los invitados.

La decisión de alquilar el teatro ha sido duramente criticada por organizaciones de conservación del patrimonio. Michele Campisi, secretario general de la asociación Italia Nostra, expresó su descontento al periódico The Times, calificando la suma de 30,000 euros como "absurda" y comparándola con "regalar Pompeya". La indignación se intensifica por el hecho de que una empresa estadounidense habría sido la encargada de gestionar el evento, lo que para muchos es un reflejo del creciente impacto del comercio sobre la cultura y la historia.

Por otro lado, el fan club italiano de Madonna ha recibido con entusiasmo la noticia del evento, y ya se están preparando para la llegada de la cantante, según han compartido en su página de Facebook. No obstante, la controversia sigue vigente, con críticas que apuntan a la elección del sitio arqueológico como escenario de una celebración privada. "Hay muchas opciones más apropiadas, como una bella playa", sugirió Campisi, reflejando el sentir de aquellos que consideran inapropiado utilizar un lugar tan significativo para una fiesta de cumpleaños.

El debate sobre el uso del patrimonio histórico para eventos privados continúa, con Pompeya nuevamente en el centro de la discusión, y muchos cuestionando si la preservación de su legado está siendo adecuadamente protegida.