Durante los Juegos Olímpicos de París 2024, Tulkin Kilichev, entrenador del boxeador uzbeko Hasanboy Dusmatov, sufrió un infarto justo después de que su pupilo ganara la medalla de oro en la categoría de peso masculino de 51 kilos. El incidente, que ocurrió el 8 de agosto en las instalaciones de Roland Garros, transformó los festejos en una escena de emergencia médica.

Kilichev, de 41 años, se desplomó repentinamente mientras celebraba la victoria de su atleta, generando pánico entre los presentes. Afortunadamente, la rápida intervención de los fisioterapeutas del equipo británico, Robbie Lillis y el Dr. Harj Singh, fue crucial para salvarle la vida.

Según relatos compartidos por Lillis con Sky Sports, el equipo técnico uzbeko regresó al área de calentamiento cuando comenzaron a escucharse gritos de auxilio. “Se escuchó un grito pidiendo ayuda a un médico. Harj fue el primero en responder y yo lo seguí con el botiquín de primeros auxilios”, recordó Lillis. Tras abrirse paso entre los entrenadores, Singh aplicó RCP (reanimación cardiopulmonar) durante 20 a 30 segundos, logrando que Kilichev recobrara la conciencia.

El equipo médico utilizó un desfibrilador para estabilizar al entrenador antes de trasladarlo a un hospital, donde su condición se reporta como estable. Lillis destacó la importancia de la rapidez en la respuesta y del equipamiento adecuado: “La velocidad es la esencia de todo esto. Estoy muy, muy agradecido de que tuviéramos todo el equipamiento y de que Harj y yo estuviéramos allí para actuar”.

Este incidente dejó una profunda marca emocional en los rescatistas. Lillis confesó que tuvo dificultades para dormir la noche posterior, pero expresó su alivio al saber que Kilichev se recuperaba favorablemente. Tanto él como Singh planean una visita al hospital para ver al entrenador uzbeko y cerrar este emotivo capítulo.

Lillis concluyó con una reflexión personal, recordando las palabras de su madre: “Ese es tu momento olímpico”. Un recordatorio de que, en ocasiones, los verdaderos héroes emergen en momentos de crisis, mostrando que los Juegos Olímpicos trascienden lo deportivo, tocando la humanidad en su esencia más profunda.